Una victoria en la última manga de flota del evento permitió a España remontar hasta la quinta posición del Gran Premio de Suiza; por lo que los españoles llegarán cuartos en la general a Cádiz, con tres puntos menos que la tercera clasificada, Nueva Zelanda

In extremis, con suspense, en la última carrera. España salvó la papeleta en Ginebra cuando muchos la daban ya por muerta. Después de todo un fin de semana de malas noticias, el equipo pilotado por Diego Botín se resarció con una victoria de flota de las que pueden marcar el devenir del Rolex SailGP Championship. Los españoles tienen muy claro que si han de entregar su corona en Abu Dabi, será con las botas puestas.

2025-09-20: SailGP Ginebra… a los de Botín no les queda más opción que la remontada

A España no le queda otra opción que la remontada

España tendrá que buscar la heroica y encomendarse al viento para conservar sus opciones de luchar por la final en Ginebra y, por consiguiente, por la Gran Final del Rolex SailGP Championship. Tras un primer día de carreras marcado por las dificultades para foilear, los españoles son novenos en la tabla provisional, a seis puntos de la tercera clasificada, Suiza. El viento apenas sopló en el lago Lemán, y esperemos que no desaparezca mañana. De ser así, las mangas quedarían canceladas y los nuestros llegarían más muertos que vivos a Cádiz. Toca confiar.

Los de Botín fueron a remolque durante toda la jornada. En la primera manga del día, el equipo pilotado por Diego que salió muy atrás, en novena posición. Acostumbrado a realizar buenas remontadas, las condiciones atmosféricas no permitieron en ningún momento que el Spain SailGP Team pudiese luchar por las primeras plazas. Pozo de viento aquí, pozo de viento allá, el campo de regatas hizo estragos en las esperanzas españolas.

La segunda y tercera carrera fueron un calco de la primera, salvo que, esta vez, el equipo español no pudo sacar provecho de dos buenas salidas y tuvo que conformarse con las posiciones intermedias. Por suerte, salvo Australia y Gran Bretaña -impecables toda la tarde-, el resto de países sufrió el mismo destino que España.