
¡SALVEMOS EL CLUB!… manifiesto del Club Náutico de Ibiza
¡SALVEMOS EL CLUB!… manifiesto del Club Náutico de Ibiza

El Real Club Náutico de Palma se coloca del lado del Club Náutico de Ibiza en defensa de sus instalaciones históricas (Fotografía publicada por Tripulante18)
Una Sociedad como el Club Náutico Ibiza, que en poco más de dos años cumplirá el centenario de su fundación, se halla en peligro de desaparición a causa de un mercantilismo mal entendido que únicamente mira el lado monetario y que olvida totalmente la labor deportiva, cultural y social que lleva a cabo; valores que ha procurado inculcar a lo largo de su trayectoria.
El puerto d’Eivissa que siempre ha sido el centro de la ciudad, poco a poco se ha ido privatizando y hoy únicamente queda para los ibicencos el Club Náutico Ibiza. La concesión de autorizaciones para construir puertos deportivos, otorgar usos a sociedades mercantiles de los antiguos andenes… ha ocasionado que los ibicencos perdiéramos el uso de la fachada marítima.
La Autoritat Portuària de Balears ha logrado convertir en un solar el puerto de Vila, destruyendo para Eivissa la plaza de mar y de referencia para la historia de la isla que siempre fue el Puerto El Club Náutico es la última trinchera que nos queda a los que apreciamos los valores tradicionales ibicencos y esta entidad se ve gravemente amenazada por un afán para obtener nuevos cánones para la Autoritat Portuària de Balears.
A lo largo de sus cien años de existencia el Club Náutico Ibiza siempre se ha distinguido por la transversalidad, donde se han relacionado el más humilde habitante de barrios como sa Penya, con las personalidades más destacadas de la sociedad pitiusa. Igualmente, todas y todas han tenido cabida independientemente de sus creencias y sus ideas. Todos han convivido en armonía y con un sentido fraternal, que por desgracia, en nuestra isla, va desapareciendo.
El Club Náutico Ibiza siempre ha sido una sociedad abierta y que ha acogido a todo el mundo.
El Club Náutico Ibiza nació en un alejado 27 de febrero de 1925 con la finalidad de facilitar las actividades náuticas a todos los ibicencos interesados en la mar. Rápidamente las actividades deportivas ganaron importancia: regatas de botes a remo, botes de vela -conocidas popularmente como bruixes-. En la década de los cuarenta llegaban los Snipe, embarcación con la cual los deportistas ibicencos obtuvieron notables éxitos incluso fuera de la isla.
A final de la década de los sesenta llegaron los Optimist i poco después los 420, embarcaciones en las que aprendieron a navegar generaciones de jóvenes y que continuaron compitiendo en regatas fuera de Ibiza. Todo eso gracias a la escuela de vela del Club, por donde han pasado alumnos que han llegado con éxito a las más altas competiciones mundiales: diplomas olímpicos, campeones de Europa…
El programa de Jóvens per la Mar es un programa cultural y medioambiental dirigido a alumnos d’Enseñanza Secundaria Obligatoria. Todo eso se ha conseguido gracias a las aportaciones de las socias y socios del Club, que con sus cuotas -excepto puntuales y escasas subvenciones públicas- permiten realizar estas actividades deportivas y sociales.
Si en épocas alejadas las actividades sociales eran principalmente las veladas de baile y las reuniones sociales, excursiones a islotes y lugares emblemáticos de la costa pitiusa, hoy la actividad social se enfoca a abrir la mar a personas que ignoraban la función lúdica y terapéutica de la mar, como es el programa Un mar de possibilitats, creado el 2006, con la participación de unas 165 personas cada año con discapacidad física, psíquica o sensorial. También hay que apuntar la vertiente cultural que se manifiesta con las múltiples exposiciones de pintura y fotografía, presentaciones literarias, conferencias y otras actividades que complementan la labor esencial del Club: fomentar la afición a la mar. El Club Náutico Ibiza es sin duda el referente social y deportivo, gracias a esta entidad sin afán de lucro, que invierte las módicas cuotas de sus socios en toda clase de actividades sociales y deportivas.
Difícilmente se puede entender que la sociedad ibicenca se pueda permitir el lujo de prescindir de un colectivo con más de 1.100 socias y socios, más de 175 licencias federativas, 500 alumnos de la escuela de vela cada año, 300 amarres de pequeñas esloras que permiten que cualquier persona pueda disfrutar de la mar. Parece que la Autoritat Portuària de les Balears no ha hallado la manera de poder compatibilizar el rendimiento económico con una labor social, cultural y deportiva, que únicamente quiere acercar la mar a todas las clases sociales y enterrar el estereotipo que la mar es únicamente para los potentados.
La Medalla d’Or de la ciudad d’Eivissa de 2009 o el Premi Ramon Llull, concedido por el Govern Balear, entre muchas otras condecoraciones, son un aval de la manera de ser del Club. Se han de repetir las actuaciones de finales de 2009, cuando el Ayuntamiento de Eivissa, el Consell Insular de Eivissa, el Parlament de les Illes Balears y el Congreso de los Diputados, expresaron de manera unánime su apoyo al Club Náutico Ibiza y su función deportiva y social. Hoy es imprescindible recuperar aquel espíritu y hacemos un llamamiento a las instituciones, partidos políticos, asociaciones y tejido social para que entre todos se hallen las fórmulas legales que permitan una larga vida al Club Náutico Ibiza. Y no únicamente para los socios, sino para toda la sociedad ibicenca.
En este momento el Club Náutico Ibiza está en un proceso de concurso en el cual hemos denunciado una serie de maniobras contrarias al espíritu del concurso, formalmente orientadas a expulsarlo del Puerto. Exigimos que la Administración muestre una sensibilidad de cara a la auténtica náutica social y el derecho de los ibicencos a acceder a la mar y evitar continuar con la dinámica mercantilista del Puerto.
Por todo lo anterior el Club Náutico Ibiza solicita:
1) Que en el puerto de la ciudad de Eivissa se reserve un espacio para la náutica social, como ha sido en los últimos 97 años por parte del Club Náutico Ibiza, así como con prácticas formativas en la vela y otras actividades para personas que padecen algún tipo de diversidad funcional en la población de la isla.
2) La exigencia que en las fases del concurso participen entidades con experiencia y solvencia en la náutica social, excluyendo empresas creadas ad hoc sin ninguna clase de conocimientos y que únicamente buscan una rentabilidad económica, con objetivos claramente crematísticos y no de reinversión social.
Estimados amigos y socios, no podemos permitir la muerte de una entidad como el Club Náutico Ibiza, que representaría el final de una sociedad ibicenca y de una manera muy nuestra de entender la vida y las relaciones humanas, y por tanto de su convivencia.
¡SALVEMOS EL CLUB!
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