
El Buque Escuela «Galatea»
El Buque Escuela «Galatea»
La evolución histórica de la Marina de Guerra española ha sido, y será, la que designe el vaivén político, económico y social de nuestro pueblo en cada momento de su reciente historia. Por otro lado, la tecnología naval en sus dos aspectos fundamentales ha cambiado cuantitativa y cualitativamente. Nuestra Armada, como genuina institución de España, está profundamente enraizada en la historia de España desde los primeros momentos de nuestro ser como nación, al ser, la mayoría de nuestras costas centro fundamental en el contexto geopolítico, esencialmente continental durante siglos.
Una historia que han escrito ilustres marinos e históricos barcos, entre ellos el “Galatea”, sustituto de la corbeta “Nautilus” a su vez ex “Carrick Castle”, que desde 1892 y hasta 1926 sería el buque escuela de nuestras Armada. Construida en Escocia en 1866, y desplazando 1700 toneladas, realizó su primera singladura bajo la bandera española en un viaje de circunvalación que duró desde Diciembre de 1892 hasta julio de 1894.
La adquisición en Italia de la fragata “Clara Stella”, que tuvo lugar en 1922, sería rebautizada aquel mismo año con el nombre de “Galatea”, determinando de esta forma el fin de la famosa “Nautilus”, demolida en 1932. Este velero-escuela adquirido en los años inmediatamente posteriores al final de la Primera Guerra Mundial fue aparejado como brickbarca. Se había construido en Italia en 1896, país al que fue comprado con el nombre de “Clara Stella”.
El “Galatea” vivió sus peores años abandonado y dejado a su suerte en un inhóspito lugar del Guadalquivir, semidesguazado, expoliado, desarbolado y despojado de sus signos de identificación. Como tal buque-escuela rindió inestimables servicios a la Armada como Escuela de aprendices marineros, manteniéndose en esa actividad prácticamente hasta 1960 en que fue retirado del servicio.
Hasta su expolio permaneció en calidad de pontón-escuela, conservando toda su estructura, incluidos palos y arboladuras, amarrado en la ferrolana Estación naval.
Dado de baja y dispuesto para el desguace, la ciudad de Coruña lo reclamó para sí con la idea de amarrarlo a su rada a modo de mueso. Las Palmas, Santas Cruz de Tenerife y otras ciudades en las que el “Galatea” fue asiduo de sus puertos, en sus periplos de instrucción, también lo reclamaron, incluso la Liga Naval Española que, conjuntamente con una serie de acciones realizadas por diversos organismos de la ciudad de Sevilla, lograrían remolcarlo definitivamente hasta el Guadalquivir, con intención, se dijo en aquel momento, de fondearlo frente a la Torre del Oro, coincidiendo con la Expo92, primero como Museo Naval y posteriormente como centro operativo de Telefónica y después muchas incongruencias más, dejando el barco en el olvido y el abandono.
Cuando ya todo parecía quedar a expensas de ladrones, expoliadores y mendigos que habitaron en su interior, en 1992 se decide subastarlo, y en la puja una compañía escocesa lo adquirió por 8 millones de pesetas, unos 48.000 euros. Lo que no fueron capaces de conseguir los compradores, fue el mascarón de proa, que se puede visitar en Ferrol, y cuentan que la respuesta que se le dio al comprador, es que el mascarón se lo devolverían cuando Gran Bretaña devolviese el Peñón de Gibraltar a España.
En 1928 la Armada Española recibía el Juan Sebastián de Elcano, actual buque escuela español, aparejado de bergantín goleta de cuatro palos. Bella y majestuosa nave, como lo fue en su día el “Galatea”, es actualmente uno de los veleros más grandes del mundo, pero quiera Dios que, cuando le llegue la hora del retiro, que está próxima, sus 2400 metros cuadrados de trapo que componen toda una sinfonía de foques, velachos, gavias y cangrejas no corran la misma suerte que el “Galatea”.
Texto: Jorge Alonso
Fotografías: Blog «Buque Escuela de Maniobra Galatea»
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