
Algunos hechos que unen a Baleares y Galicia.
Algunos hechos que unen a Baleares y Galicia.
He pasado casi treinta años de mi vida en las Islas Baleares, la mayor parte de ellos en Mallorca. Recientemente he regresado a mi ciudad, La Coruña; como es natural, tantos años en Baleares dejaron su huella, y ahora, cuando vienen a la memoria algunos episodios de aquel tiempo, se me ocurre pensar que Galicia y Baleares tienen muchos puntos de coincidencia.
Repasándolos mentalmente, los que expongo a continuación son algunos de ellos, que tal vez no sean los más importantes, pero que son significativos, y, en mi modesta opinión, interesantes. Allá van:
Baleares es la región española donde antes amanece, es la primera en ver la luz del Sol, y es en la Punta de l’Esperó, al lado de La Mola, en la isla de Menorca, desde donde se ven los primeros rayos, siendo su longitud 4º19’40» E, aproximadamente. Y Galicia es la Región desde donde se ve el Sol por última vez, con la excepción de las Islas Canarias. No es el cabo Finisterre, como es creencia general desde el tiempo de los romanos, el punto donde termina la Tierra, sino unos farallones contiguos al cabo Toriñana (hoy Touriñán), que están situados en longitud 9º18’05” W, aproximanadente; los farallones del cabo Finisterre que más se adentran en el Atlántico están en 9º17’50” W, aproximadamente, así que Toriñana está algo más de una milla marina mar adentro.

El Cabo Touriñán está más adentrado en la mar que Finisterre (Foto Archivo Turismo Xunta de Galicia)
En los siglos XIV y XV había un tráfico marítimo de cierta importancia entre Baleares y Galicia; los barcos que lo cubrían acercaban a Galicia diversos productos de las islas, tales como naranjas, quesos y almendras, regresando con vinos y troncos de pino, castaño y roble. Lo curioso del caso es que en Galicia tenemos la famosa tarta de Santiago, cuyo ingrediente principal son las almendras, y Galicia nunca fué tierra de almendros, como lo son las Baleares, donde es tradicional el “gató d’ametlla” (tarta de almendra), claro origen de la nuestra. Otro punto en común.
En siglos pasados era habitual que estudiantes procedentes de Baleares cursaran estudios en la Universidad de Santiago, Medicina y Farmacia, principalmente. Algunos de ellos no regresaron a su tierra, sino que una vez licenciados se establecieron en Galicia, donde se casaron y tuvieron descendencia; apellidos como Alemany, Bordoy, Caldentey, Carreró, entre otros, lo corroboran.
Pero el punto de encuentro más dramático es el que tiene como protagonistas al vapor mallorquín “Miramar”, de la matrícula de Palma de Mallorca, y a la población marinera de Cariño, al lado de Ortigueira y el cabo Ortegal, en la provincia de La Coruña. Cerca de Cariño, en un punto de la costa denominado Os Aguillóns, encalló el citado barco arrastrado por una tremenda tempestad de mar y viento, la noche del 9 de febrero de 1918. Visto el desastre por marineros y vecinos, acudieron al rescate de sus 27 tripulantes, consiguiendo salvar a 17; los 10 restantes, incluído el Capitán, perecieron ahogados y sus restos fueron recogidos de la mar y enterrados en el cementerio local.
Cuando los supervivientes pudieron regresar a Palma, hicieron ofrenda al Crist de la Sang del cabo tendido por un pescador de Cariño, con gran riesgo de su vida, desde tierra hasta el barco, lo que hizo posible el rescate. El cabo permanece en la capilla del Cristo como recuerdo del naufragio y de la ayuda recibida por los supervivientes, quienes regalaron al pueblo de Cariño la campana del barco, siendo su arriesgada acción recompensada, años más tarde, con la Medalla Colectiva de Salvamento de Náufragos.
En la zona de Es Fortí, en Palma, hay una calle identificada como “Aldea de Cariño” en una placa de mármol. Fué dedicada, algunos años después de la tragedia, por el Ayuntamiento de la ciudad como recuerdo y agradecimiento a los habitantes del pueblo por su arriesgada y valiente acción de rescate.

El 10 de febrero de 1918, la prensa de Palma daba la luctuosa noticia del naufragio en la madrugada del día anterior en aguas gallegas del vapor “Miramar”, uno de los buques más emblemáticos de la “Isleña Marítima”, naviera que después se fusionó con la “Compañía Transmediterránea”, propiedad del financiero Joan March.
Los ciudadanos de Palma ignoran estos motivos, y se preguntan si el nombre de la calle se refiere a una aldea cuyos habitantes tal vez son muy cariñosos, por lo que siempre que he tenido ocasión, y sin olvidar la especial amabilidad de las gentes de Cariño, les he referido la historia que da origen al nombre de la calle, ignorada por todos ellos.
Y ahora que lo pienso, creo que sería muy de agradecer que el actual Alcalde de Palma dispusiera la colocación de una placa al lado de la que da nombre a la calle, recordando a sus ciudadanos que en la lejana Galicia unos valientes y heroicos habitantes de Cariño, hombres y mujeres, salvaron la vida de diecisiete baleares y acogieron en su cementerio a otros diez.
Texto: Antón Pellejero Fernández Roel
© 2024 Nautica Digital Europe - www.nauticadigital.eu