Cuando a un periodista nos hablan del nacimiento de un nuevo medio de comunicación, empezamos a creer en los milagros. En esta época, en la que cada vez más medios desaparecen, los grandes se fusionan (con los despidos consabidos) y los pequeños subsisten con unos ingresos publicitarios muy mermados, llega el «loco» y además «insensato» de Manolo Seoane, y decide con un grupo de amigos sacar adelante NAUTICA DIGITAL.

Loco, porque hacer esto a día de hoy, con este panorama mediático, sólo merece este cariñoso apelativo. Insensato, porque además me ha encargado que yo sea el reponsable de la sección que dedicaremos al Turismo Náutico. Una sección en la que intentaremos descubrir, contar, transmitir, todo aquello relacionado con ese cajón de sastre, que no es poco. Los cuatro puntos cardinales de la costa, archipiélagos, y, porque no, también el interior, que no sólo se navega en la costa, tendrán su hueco. Por ello, a los lectores de NAUTICA DIGITAL os animo a enviarnos vuestas propuestas que creáis que deberíamos compartir con los amantes de la náutica en general. Esas calas escondidas, esas rutas nocturnas, sitios de comida a los que acceder en barco… Hay para dar y tomar.

Ahora me vais a permitir un apunte personal. Conozco a Manolo desde hace unos 33 ó 32 años, cuando aterrizaba él en el Club de Yates de Bayona y yo llegaba con mi recién sacado título de Juez de Regatas de la Federación Gallega de Vela, y me dio la oportunidad de ganarme mis primeras pesetas veraniegas ayudando a grandes jueces, como José Ramón Fontán, Jordi Vila o Cigarrán. También me dio la oportunidad de ser Monitor de Vela de dicho Club, y curiosamente algún regatista de nivel internacional pasó por mis manos. Es evidente que después aprendió de verdad, claro . Y, profesionalmente hablando, pudimos desde Radio Cadena Española (hoy integrada en Radio Nacional de España), ser los pioneros en toda España en retransmitir regatas en directo, gracias a la buena gestión de Seoane en dicho Club. Hoy, con teléfonos móviles, internet 4G y demás, puede parecer fácil, pero de lo que hacíamos en aquel entonces sólo quedamos vivos Manolo y yo para recordarlo. Mario, el marinero que nos llevaba a bordo del Monte Real (antes Yapeyú) y mi entonces redactor jefe Marcelo Otero, nos han dejado. Vaya este primer recuerdo en esta columna para ellos.

Lo dicho, bienvenidos al mundo de NAUTICA DIGITAL, y nos vemos por estas procelosas aguas de Internet. Buen viento y buena mar a todos.