José de Vallés: La historia de la RANC contada desde dentro.

José de Vallés: La historia de la RANC contada desde dentro.

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José de Vallés ha sido y es uno de mis mejores amigos, prácticamente desde que nos conocimos. El estuvo en la RANC entre 1981 y 2006, y mi relación con él, amén del especial cariño mútuo (así como con nuestras parejas respectivas) he tenido vivencias extraordinarias y que ya forman parte de la historia más reciente de la Vela Española.

Conocí a José a través de Estanislao Durán que era Vicepresidente de la RANC y Delegado en Galicia, a la par que ejercía como Comodoro del Monte Real Club de Yates de Baiona. Aquel año se celebró la Regata Vuelta a España de Bitácora (que era un proyecto idea, lo dejamos al 50%, con otro gran amigo mío como Alfonso Jordana). La Regata acabó en Barcelona y la ganó el «Vento» cuyo armador era Manuel Fernández (ex-Presidente de Pescanova) y de patrón compitió Pedro Campos. Pero de aquella, la Copa del Rey estaba naciendo, y el Vento se vino para Baiona, dejando el Mediterráneo, para competir en el Conde de Gondomar… el «Vento» era aquel barco azulón diseñado por el gran Ron Holland (IOR 27.5) que se había llamado «Todahesa» en la antigua One Ton Cup en Nápoles, en donde una encalmada le privó al barco catalán de ganar…

Pues bien José era el Presidente del Comité de Medición del Trofeo Conde de Gondomar y detectó que al «Vento» le faltaban «unos cientos de Kg de plomo…» y se lo contó al bueno de Miguel Angel Roselló… quien prendió fuego a la mecha publicando en el Mundo Deportivo aquello de ¡¡¡TRAMPA, TRAMPA, TRAMPA!!!,…, de aquí para adelante denuncias, juicios,…

A lo largo de muchos años, siempre intenté tener a José a mi lado, porque es un amigo, es un profesional como la copa de un pino y sabe a tope. Lo invité a numerosas regatas y siempre vino, incluso ya en los 2000 al Marítimo del Abra y organizamos los dos alguna Copa Gitana. Os dejo con la historia que de la RANC ha escrito José de Vallés para la web «Mar Abierto», a cuya dirección agradecemos el haber utilizado parte de su material.

Manuel Pedro Seoane
Editor Náutica Digital 

Cuando Aurelio me encargó el desarrollo de esta nueva fórmula me hizo mucha ilusión y pensé que sería un colofón muy satisfactorio a mi trayectoria en la RANC. Para ello conseguí la inestimable ayuda de Chimo Gonzalez-Devesa y de Fernando Roca, siendo su aportación vital para el RN. Desgraciadamente tuve que bregar con Quique Molinelli y Miguel Rosa que son los técnicos que la Federación designó para formar el equipo y que han convertido un proyecto para mi ilusionante, en un verdadero suplicio. Foto Mar Abierto.

Nunca me hubiera planteado mi jubilación como algo inminente si no fuera porque a finales de 2004 tuve una angina de pecho que acabó con una operación a corazón abierto en la que me implantaron 4 by-pass. Esto me machacó bastante, estuve de baja más de 6 meses y ahora siento que quizás necesito tomarme la vida con más calma. Mi primer contacto con la navegación lo tuve a los 16 años, cuando durante los veranos me embarcaba, rumbo a Mallorca, en el “Bon Temps”, precioso queche de madera aparejado en cangreja y propiedad de mi tío Jaume, que hacia las veces de patrón. Contaba l’oncle Jaume que el barco fue siempre de la familia, pues lo hizo construir un tío suyo por un mestre d’aixa de Manacor (Mallorca). Nos relataba, mientras navegábamos por las islas, que después de la guerra civil y durante el racionamiento de combustible, alargó los masteleros y el bauprés y, con las escandalosas largadas y el petifoque izado, además de la trinqueta y las mayores, le sacaba un mejor rendimiento al barco. Seguramente por este bautismo náutico, aderezado por la imagen de las películas en technicolor que tanto me gustaban, protagonizadas por Errol Flynn, Gregory Peck o Tyrone Power (El mundo en sus manos, El hidalgo de los mares, El Cisne Negro, El Capitán Blood, . . . ), asocié siempre mi forma de ver el mar con un espíritu romántico que actualmente cuesta encontrar entre los que practican la navegación de crucero. A los 17 años y creyéndome con suficiente experiencia, animé a Juan Plá -que acababa de comprarle un viejo snipe de madera a Jordi Masiá-, a salir desde la playa de Caldetes (Barcelona) y navegar un día que estaba establecido un norte fresco. Este viento es inusual en las costas del Maresme, y cerca de tierra, engaña al no levantar mar. Cuando nos dimos cuenta estábamos mojados, cansados, y a más de 1 milla de la costa y, por que negarlo ahora, algo acojonados y a punto de desarbolar. El mar me acababa de dar su primer aviso, enseñándome que con él no se juega.

Esta fue una de las Copas Gitana que organizamos en el Marítimo del Abra, José y yo. En la imagen otro excelente amigo y gran Presidente, José Manuel Loredo Mutiozábal armador de una preciosidad llamada «Disparate». Por cierto Vallés es locura por los clásicos, y no solamente barcos,…, porque los coches. Se vino hasta Vigo con su MG. Un crack.

Los años setenta Pasaron unos años hasta la tímida aparición de los primeros barcos de plástico, naciendo una nueva generación de aficionados a los que me enganché con gran entusiasmo. Esto ocurría a primeros de los años setenta. Las flotas que participaban en las regatas locales estaban formadas por barcos tipo Drac, Siroco, Puma, Coronado, . . . . Víctor Sagi, con quien cuatro años antes habíamos fundado el Moto Club Barcelona -él como presidente y yo como secretario- me manifestó su interés en iniciarse en el mundo de las regatas de crucero, comprándose un Sirocco al que puso el nombre de “Garuda”. Fruto de mi insistencia me aceptó de tripulante fijo. Estuve navegando asiduamente con él hasta el 79 y durante este período mantuve una importante actividad náutica, dado que además de las regatas de final de semana, entrenábamos tácticas, maniobras y navegación cada miércoles. Durante un año de estos, no recuerdo cual, sólo leí libros náuticos y me saqué el título de Patrón de Yate. Le llamé “Mi año náutico internacional”. Los barcos que Víctor tuvo además del Sirocco fueron el “Bribón I” (Elvstrom ½) y otro “Garuda”, un precioso Swan 47. Con ellos participé en muchas regatas locales tipo Interclubs, Cto. Catalunya, Copa España (que ganamos 2 veces), la Palma – Port Vendres – Arenys o los Ctos. Internacional del Mediterráneo en Palma y en Porto Cervo. Mi primer barco Fue al final de esta intensa etapa de regatas como tripulante, durante los años setenta, cuando me compre mi primer “Gegant del Pi”. Era un Dufour 24 al que saqué gran partido navegando en solitario varias veces a las Baleares.

El Mundial de Quarter Ton de Baiona 1990, del que fui Director y contraté a José de Vallés como Jefe de Medición. Aquí con su Comité en las murallas de Monte Real, en el grupo Javier Romero «Torquemada», Pinacho, Alechu Retolaza, Pancho Valverde, y mi hijo Edgar que hoy es un conocido diseñador gráfico en Barcelona, y es el que nos ha diseñado esta web (Foto Helena Dominguez Blein).

Para ello contaba con la única ayuda de un timón de viento, que diseñé y construí a partir de las directrices que Bernard Moitessier daba en su extraordinario relato “El Largo Viaje” y Francis Chichester (aun no era Sir), en el relato de su Transat describiendo su timón “Miranda”. Dos años después pude ser propietario de mi otro “Gegant del Pi”, un Dufour 2800 que tuve durante 23 años. Con este segundo barco hice tres veces la Mare Nostrum, singular regata creada en 1972 por Nino Beguetti, fundador y entonces director de la revista Yate y Motonáutica. En las primeras ediciones solo se aceptaba la participación a Solitarios y como no estaban permitidos los timones electrónicos, casi todos utilizábamos el “Bogasol”, efectivo timón de viento diseñado y construido por Josep Egui. En 1991, Nino dejó la organización de la Mare Nostrum, y para que no se perdiera, un grupo de aficionados fundamos la ANS (Asociació de Navegants Solitaris) con Víctor Sagi de presidente, Diky Lavilla de vicepresidente, siendo yo durante 14 años secretario con distintos presidentes como Toni Guiu, Ignasi Alvarez y Javier Tejedor. Participé en unas “Mil millas a Dos” de las que organizaba Enrique G. Curt, con Javier de Lete de tripulante. ¡Tardamos 14 días!. Y en la primera edición de la Palma–Alguero-Palma, con Jordi Masoliver de co-patrón. La primera regata Palma-Alguero-Palma fue una fiesta, los gobiernos balear y sardo quisieron conmemorar a lo grande la germanor (ndr: hermanamiento) entre las ciudades de Palma y L’Alguer. A la llegada de la primera prueba al puerto de l’Alguero, la ciudad estaba engalanada de banderas catalanas, como seña de su identidad nacional. En la recepción de bienvenida, el alcalde y varias fuerzas vivas hicieron sus parlamentos en algarés, que es el catalán que allí se habla, la verdad es que nos pareció espontáneo y emocionante. Nosotros hablábamos catalán por la ciudad y nos entendían. Embriagado por este ambiente, Víctor Sagi, que participaba en la regata, sustituyó la enseña nacional por la senyera en su back stay. Desagradable fue su sorpresa cuando de vuelta a Palma recibió una denuncia de Comandancia Naval puesta por el propio Comité de Regata (Javier Romero), por llevar la enseña inadecuada en aguas internacionales. Le costó ir a juicio y una fuerte multa. Víctor aun guarda, enmarcado en su despacho, el resguardo del pago de esta multa. Con mi mujer Carmen Ventura como tripulante obtuvimos en 1994 el “Record del Canal a Dos”, que la ANS acababa de instituir. Gané el Campeonato de Cataluña de barcos Clásicos de 1995 llevando de táctico a Artur Ortí e hice innumerables regatas hasta que, en el año 2000, vendí mi querido “Gegant del Pi”, que aun sigue navegando por aguas de Aiguadolç (Sitges) perfectamente conservado por su actual propietario. José Mª Padró Jover funda la ANC (1974 – 1981).

José gran navegante de crucero y también en regatas. Participó en la primera edición de la legendaria regata de las Mil Millas A Dos invirtiendo 14 días con Javier de Lete de tripulante y en la Palma-Alguero-Palma, siendo su co-patrón Jordi Masoliver. 

La RANC Presidente a Presidente La ANC la fundó el recordado José Mª Padró en 1974, a propuesta de un decidido grupo de armadores –mayormente del RCN de Barcelona- desanimados por el poco soporte que la Federación Española de Vela daba al crucero. Importante debía de ser la necesidad de tener una asociación que trabajase para el crucero ya que, desde su inicio, se afiliaron más de 350 armadores de todo el país. Así, la asociación contó con técnicos apasionados como los Alfonso Bacqelaine (primero el padre y más tarde el hijo), Quico Llompar, Mike DaCosta y alguno más que seguro he olvidado. Entre todos consiguieron de la O.R.C. que les diera la gestión del I.O.R. a nivel estatal. La Federación reconoció a la ANC como la Secretaria de la Clase Crucero y como no tenía ningún interés en el Crucero, la ANC fue de facto la verdadera autoridad de la Clase. Con José Mª Padró de presidente, los primeros seis años de la ANC fueron de consolidación. Juan Pla i Bosch (1981 – 1985) En 1981 Juan Plá fue elegido presidente de la ANC y al poco de ser nombrado me ofreció la gerencia (Secretaría General) de la Asociación. Yo estaba en la flor de la vida (40 años) y llevaba nueve años de plena dedicación a la náutica de crucero, que compaginaba con mi actividad laboral. Me gustó la idea, pues conocía mucho el ambiente, los barcos y los personajes que se movían en él. Al creer que podría ser divertido, dejé las ocupaciones que tenía en aquel momento y acepté. Con Juan Pla, la ANC dio un gran paso adelante. Mi incorporación significaba su primer empleado fijo a jornada completa, pues hasta el momento solo venía por las tardes Paquita -que trabajó en la RANC más de 25 años-. En 1983 también entró en el staff de la ANC Carmen Ventura, mi mujer, compañera y amiga. La Federación nombró oficialmente a la ANC su Comité Nacional de Cruceros, de forma que los delegados regionales votados por los socios de la ANC de cada zona fueron los secretarios de Crucero en su federación regional. Juan consiguió el patrocinio de Agua Brava, lo que permitió poner en marcha el Gran Trofeo ANC que, organizado por el R.C.N. Puerto de Santa María se perfilaba como el campeonato oficioso de España.

Esta regata se disputó en aguas de la bahía de Cádiz, inmediatamente después del Sherry y era la primera vez que se daba una subvención por desplazamiento a los barcos participantes en una regata. El Gran Trofeo ANC solo tuvo dos ediciones, pues Agua Brava vio mayores posibilidades en la Copa del Rey y Enrique Puig, de la mano de Yolanda Llinás, hizo un bordo rumbo a Palma. En 1983 y después de un debatido proceso de selección, la ANC otorgó la organización de la ¾ Ton Cup al C.N. de Denia. Los barcos españoles que querían participar fueron tan numerosos que tuvimos que organizar unas pruebas de selección entre la flota Norte y la del Mediterráneo, pues sólo podían participar 10 barcos y se presentaron 23. Durante su mandato, Juan Pla escribió el Libro Blanco de la Vela de Crucero, que era un detallado estudio que quería demostrar que, en lo referente a licencias, actividad y economía, la Vela de Crucero tenía mucha más importancia dentro de la Vela en general de la que le daba la Federación. El Libro Blanco revolvió a más de un estómago sensible. Esto coincidió con la nueva Ley del Deporte, que precipitó la caída de Miquel Companys como presidente de la Federación Española de Vela, donde llevaba más de tres legislaturas. La F.E.V. quedó descabezada y tuvo que ponerse presta a buscar un nuevo presidente. Hubo entonces una acelerada actividad entre dos candidatos, Juan Ramón Castillo y Arturo Delgado, quedando este último ganador. Nace el Rating RANC Desde 1972 el único sistema de rating que se aplicaba en España era el IOR, que era cada vez más cuestionado por los propietarios de barcos de crucero, que argumentaban que era caro y que beneficiaba en demasía a los barcos diseñados para esta fórmula. Alfonso Bacquelaine Mut, animado por Eusebio Carreras, delegado de la ANC en Cataluña y un voluntarioso grupo formado por Toni Tió, Roger Soler, Toni Freixa, Enric Carreras, Jordi Vives y José Jacinto Rodriguez, desarrollaron entonces un sistema de compensación de tiempos al que se llamó RANC (Rating Asociación Nacional de Cruceros). El RANC tomaba como base el sistema Scandicap, un sistema de rating muy utilizado en el norte de Europa, añadiendo numerosas modificaciones desarrolladas por nuestro comité. Se aplicó desde el 1981 a 1985, con notable éxito en Cataluña, Levante, Canarias y Norte. No obstante, en el momento de mayor esplendor del RANC, la ANC vio que tenía que complicar la Regla con la incorporación de nuevas medidas para taponar los agujeros que los diseñadotes locales iban encontrando y utilizando. Ante esta tesitura se decidió retirarlo, por aquello de morir en el éxito sin esperar a la decadencia. Para un sistema complicado ya estaba el IOR.

Por entonces ya se empezaba a hablar del IMS, un novedoso sistema que iba a revolucionar la compensación de tiempos de los barcos de serie en las regatas de crucero. Entretanto se volvió a potenciar el IOR, que nunca había dejado de utilizarse en regatas de más nivel y en muchas zonas del país. Cuando la ANC decidió abandonar el RANC se creó el BOGA, que era una asociación de clubes náuticos del norte de España y suroeste de Francia que decidieron seguir por su cuenta con el sistema RANC, modificándolo para adecuarlo más a sus necesidades. Años más tarde, cuando la RANC gestionaba el sistema francés CHS, los franceses, propietarios de esta fórmula, comentaban la paradoja de que los españoles utilizasen el CHS francés gestionado por la RANC y que los franceses utilizasen el RANC español que había desarrollado la ANC. Enrique Vidal Paz (1985 – 1988) Con la renovación estatutaria de la Junta Directiva, Enrique Vidal Paz (Capitá Vidal) tomó la presidencia de la ANC entre 1985 y 1988. Enrique era un patrón duro y un experto navegante (Transat en solitario, Vuelta al Mundo y Parmelia Race avalaban su currículum) Llevó su mandato con mano firme y de forma temperamental, haciendo de la ANC, que era el Comité Nacional de Cruceros, una asociación activa, con peso y autoridad. Fue una gozada organizar desde la ANC los sistemas de selección para decidir los barcos que participasen en regatas como la Sardinia Cup, Admiral’s Cup, las Level Class Internacionales o la One Ton Cup que organizó el R.C.N. de Palma. También se puso en marcha la Revista de la ANC, primero como un boletín preparado por Jordi Altimiras y luego con Tomás Galea, quien mejoró el contenido y presentación convirtiendo el boletín en una revista mensual que se llamó RANC Difusión. Desde entonces, nuestra Revista es un excelente referente de las actividades de la RANC y de todo cuanto atañe a la vela de crucero. Fue con Enrique Vidal cuando, mediante un concurso, se eligió al First Class 8 como Monotipo Nacional. Se formó la Asociación de First Class 8 España, presidida por Josep Mª Pujadas, además de distintas actividades deportivas que estuvieron en marcha durantes varios años.

También con Enrique se remodeló nuestra sede social, que estaba en el Muelle de España, arreglando un el piso superior, donde se construyó un despacho y una sala de juntas y adecentando la planta baja de los despachos para dejar un local muy digno. Lamentablemente, las obras en el puerto que siguieron a la designación de Barcelona en 1988 como sede de las olimpiadas nos obligaron a abandonar nuestra sede. En esos años la ANC impulsó el primer Campeonato de España de Cruceros que se disputó en el R.C.R. de Alicante y el R.C.N. de Palma organizó la One Ton Cup. En ambos eventos formé parte del Comité de Medición. La Federación “recuperó” la gestión del IMS y IOR y a su Comité Nacional de Cruceros. La ORC, titular de ambos sistemas de compensación, estaba siendo en esos momentos peligrosamente avasallada por la ISAF a nivel internacional y no se atrevió a apoyar a la RANC. Durante el mandato de Enrique, Ricardo Balil estaba en la Junta como Presidente del Comité de Barcos de Época. Ricardo era yerno del Dr. Alfredo Muiños, médico y amigo personal de S.A.R. Don Juan de Borbón y éste le animó para que diera nombre al trofeo de la primera regata de barcos de época que organizaba la RANC. Así nació el Trofeo Almirante Conde de Barcelona, que durante más de quince ediciones fue organizado por la RANC como exponente de un encuentro internacional de gran nivel. Años después, gente de la propia RANC utilizando la inesperada creación de la Fundación Hispania, trabajaron para arrebatar a la RANC la organización y control de esta regata, pero esto es otra historia… Un Real alboroto Durante la presidencia de Enrique Vidal –concretamente en junio de 1986-, la Casa de S.M. El Rey, concedió el titulo de Real a la ANC, que desde entonces pasó a llamarse RANC. Recuerdo divertido que, cuando la RANC hizo público este reconocimiento, elaborando un nuevo papel de cartas con la Corona y añadiendo una “R” al rótulo de la entrada de nuestro local social -entonces en el muelle de España- tanto la Federación Española de Vela como la Asamblea de Capitanes de Yate montaron un alboroto espectacular. Arturo Delgado (presidente de la FEV) argumentaba: “¿Cómo puede ser Real un Comité nuestro y nosotros no?. La Asamblea Española de Capitanes de Yate, por su parte, llegó a decir por boca de su Presidente que la Casa Real se había equivocado de dirección al mandar la comunicación, pues ellos tenían su local social contiguo al nuestro y hacía muchos años que llevaban solicitado esa distinción. ¡Alegaban un error del cartero!.

Gerardo Pombo cuando era la mano derecha de Arturo Delgado se enfrentó a la RANC y la dejó sin contenido. José de Vallés lo pasó muy mal, pues se quedó con CHS y los comienzos del IMS, amén de la Interclubs de Cataluña que tuve el honor de organizar varios años, la Regata Don Juan de Borbón y Clásicos y algo de la Copa del Rey. Cuando falleció uno de los mayores trabajadores de la vela catalana y española, Jordi Vives, convencí a Pombo para dos cosas: primero que le concediera la medalla de oro de la RFEV a título póstumo a Jordi y que viniera a entregarla personalmente a Arenys de Mar, a su viuda y a su hijo. Este día Gerardo estuvo de diez puntos, y se lo agradezco profundamente, y creo que todos se lo agradecimos (Manuel Pedro Seoane).

No se si por este alboroto o porque así lo merecían, la Casa Real concedió el título de Real a ambas entidades al cabo de unas pocas semanas. Vicent Messeguer Fos (1988 – 1990) Vicent Messeguer es un arquitecto residente en Sueca (Valencia) que llevaba años regateando en la mar con su “Experimento” y en tierra en clubes y federaciones. Su natural inquietud le llevó a presidir la RANC entre 1988 y 1990. A pesar de su talante amable y conciliador le tocó vivir un periodo tormentoso, pues fue cuando la RFEV, según escrito de Arturo Delgado, decidió “recuperar el Crucero”. El Crucero, como clase dentro del conjunto de la Vela nacional, tenía cada vez más participantes, manejaba más dinero y los medallistas olímpicos eran cada vez más asiduos al Crucero. Se había convertido en un plato muy apetecible para la RFEV. De hecho, lo que ocurría en España era un reflejo de lo que pasaba internacionalmente, pues la ISAF le tenía ganas a la ORC y federaciones como la italiana y la francesa también se movieron para controlar sus cruceros, intentando acogotar a la AICI y a la UNCL respectivamente. Lo lamentable fueron las formas, pues a pesar de los años de servicio de la RANC al Crucero, se acabó metafóricamente a garrotazos dados por algunos prepotentes dirigentes de la RFEV, que veían a la RANC como una piedra en su zapato. Vicent quiso salvar la situación, acercándose a la RFEV y argumentando que la RANC era su Comité Nacional de Cruceros. Pero esto requería desmontar la Asociación y su razón de ser, por lo que una fracción de los socios de la RANC convocaron una Asamblea a la que asistieron más de 400 socios de un total de 1.000. Allí se acordó no seguir adelante con el proyecto de Vicent, cesándole a él y su Junta Directiva y nombrando una gestora con Fernando Casanova de presidente, con el encargo de redefinir a la RANC y poner en marcha nuevas elecciones. La RANC tiene pues en su historia un presidente “mártir”, si bien las cosas se han reconducido y hoy Vicent es vicepresidente en la Junta Directiva de la RANC. Fernando Casanova Sanguino (1991) Arturo Delgado dio por esas fechas una lección de teatralidad política aprovechando un momento caliente durante una Asamblea de la RFEV. En un gesto airado con los brazos en alto, Arturo rompió en público su carné de socio de la RANC. A mí me contaron que la escena fue muy aplaudida, lo que no dijo a nadie es que algunos días antes, Arturo había recibido una carta de la RANC comunicándole que era dado de bajo de socio por no pagar su cuota anual. La Federación “recuperó” la gestión del IMS y IOR y a su Comité Nacional de Cruceros.

La ORC, titular de ambos sistemas de compensación, estaba siendo en esos momentos peligrosamente avasallada por la ISAF a nivel internacional y no se atrevió a apoyar a la RANC. La clave estaba en que quienes mandasen en el Crucero tendrían, gracias a la regla 26, parte del dinero que conseguían los barcos patrocinados. Con este panorama por delante y creyendo que la RANC, con la federación en contra y sin una oficina propia de rating, podría desaparecer, Fernando, atendiendo a los consejos de José Mª Padró, Mike DaCosta y de un resto de notables que él bautizó como “el Sanedrín”, se desplazó a Paris para tener una reunión con el Presidente de la UNCL. Este organismo, junto con el RORC, eran los propietarios de un sistema que mundialmente estaba teniendo gran éxito: el CHS. El “feeling” fue tan bueno que a final del mismo año 1991 empezamos a gestionar certificados como la autoridad española del CHS. La ORC ratificó a la Federación como la autoridad administradora del IMS y del IOR. Pero asentada en su prepotencia, la RFEV no quiso en modo alguno pagar por la información, experiencia, maquinaria ni archivos que la RANC tenía de la flota española desde 1974 y conseguidos por su propio esfuerzo y dinero. Prefirieron empezar de cero a partir de la copia de los pocos certificados que conseguían de los armadores cuando solicitaban su rating. Esta intransigente actitud federativa, aparte de que cabreó a muchos armadores que tuvieron que volver a medir sus barcos, ralentizó notablemente la puesta en marcha de su oficina de emisión de certificados, dando tiempo a la RANC para resituarse en el panorama nacional, emitiendo durante el año 92 un total de 492 certificados CHS. De esta manera pudimos asentarnos de nuevo como una asociación activa, dinámica y cercana al crucero. Si la RFEV hubiera pagado a la RANC el justo dinero que le pedía como contraprestación a su información y archivos de la flota nacional de cruceros, es muy posible que la RANC nunca hubiera levantado cabeza y que incluso hubiera desaparecido como asociación. Una decisión que la Federación tomo para fastidiarnos se convirtió posiblemente en nuestra salvación. Como final a mi carrera de Chef Measurer IOR y IMS pude presidir el Comité de Medición de la ¼ Ton 1990, organizada por el M.R.C.Y. de Bayona. Fue bonito tener en el comité a Michael Pessiot (chef measurer francés), al Dr. Pippo Po (cheff measurer italiano) y a Kent Weller (chef measurer mundial). El director del evento era Manolo Seoane, quien a pesar de lo bruto que es, resulta un organizador de primera fila. Con él como director y con la ayuda de Pancho Valverde, había yo presidido en Galicia innumerables Comités de Medición, como el Conde de Gondomar y el Príncipe de Asturias.

Ricardo Balil Forgas (1991 – 1994)
Ricardo Balil fue el presidente de la RANC desde 1991 a 1994. Uno de sus principales cometidos fue consolidar a la RANC como autoridad del CHS. Durante su mandato nos trasladamos a un despacho en el edificio de Marina 92 que era caluroso y pequeño, pero tenía un ventanal con una preciosa vista sobre el puerto de Barcelona. También negoció con la “fede” (que remedio les quedaba) el reconocimiento del CHS en España como sistema de rating en paralelo con el IMS, así como el reconocimiento de la RANC como autoridad del CHS. Visto el éxito que el First Class 8 estaba teniendo como Monotipo RANC, preparamos una reunión en Francia con los responsables de Bénéteau. La idea era crear un Monotipo RANC2 a partir del First 310, con un aparejo potenciado, un precio más ajustado y el casco pintado con los colores de la RANC. Lamentablemente, el mercado no estaba receptivo y a pesar de poner a la cabeza de la gestión a Pedro Truke, adalid de ventas del Fortuna 9, sólo se vendieron 2 unidades del RANC2, quedando todo en un proyecto fallido.

Toni Freixa Moreno (1995 – 1998)
A Ricardo Balil le sucedió Toni Freixa, quien llegaba avalado por una exitosa etapa como capitán de flota del C.N. El Balís, club cercano a Barcelona. Allí, con una política adecuada y un gran tesón, logró que la flota social se incrementara muy notablemente. Durante su presidencia, la RANC cambio por tercera vez de sede social en pocos años, alejándose del puerto y situándose en un señorial piso del centro de la ciudad, donde se efectuaron apreciables reformas hasta dejarlo a su gusto. Toni renegoció el contrato con José R. Bono, responsable de la organización de la regata Almirante Conde de Barcelona, intentando enderezar unas relaciones que estaban muy torcidas. Esto no gustó a varios miembros de la antigua junta, que habían recibido personalizada por parte de Bono una demanda judicial que nos obligó a llevar todo el asunto a los juzgados. La renegociación desactivó la mencionada demanda, que parecía que estaba bien encaminada para ser ganada. También cultivó las buenas relaciones con la UNCL de cara a seguir manteniendo la gestión del CHS, y apoyó a regañadientes la iniciativa de Artur Ortí para organizar las Singladuras BASF Costa Daurada, una regata de gran éxito que lleva 13 ediciones celebrándose, primero bajo la tutela de Artur, más tarde con el impulso de Esteban Ros y actualmente organizada por el C.N. Cambrils. Gracias a esta regata, la RANC goza de un buen prestigio en la zona de Tarragona. Toni Freixa también puso en marcha el embrión de la Copa RANC, que nació con el nombre de Festival CHS y que desde hace varias ediciones organiza el C.N. Arenys de Mar con el experto control de Jordi Vives.

Aurelio González-Isla Masip (1999-2007)
El padre de Aurelio González-Isla (también Aurelio) es un recordado aficionado a la náutica que, allá por los años 70, fundó y presidió la YAMO, una asociación que sacaba al mar flotas muy numerosas durante los días festivos, Aurelio –padre- fue también directivo de la RANC durante la presidencia de Enrique Vidal. Aurelio –hijo- está actualmente al final de su segunda legislatura como presidente de la RANC. Con él volvimos a cambiar de local social hasta el actual de la calle Casanova. Cuando Aurelio me encargó el desarrollo de esta nueva fórmula me hizo mucha ilusión y pensé que sería un colofón muy satisfactorio a mi trayectoria en la RANC. Para ello conseguí la inestimable ayuda de Chimo Gonzalez-Devesa y de Fernando Roca, siendo su aportación vital para el RN. Desgraciadamente tuve que bregar con Quique Molinelli y Miguel Rosa que son los técnicos que la Federación designó para formar el equipo y que han convertido un proyecto para mi ilusionante, en un verdadero suplicio. Aurelio reemprendió las relaciones con el CIM (Comité Internacional del Mediterráneo), dando un gran empuje a la RANC como autoridad española de Barcos de Época y miembro del Comité Técnico Internacional. En el año 2000, el CHS cambió su nombre por el de IRC, quedando integrado en un reglamento mas completo: el IR2000, que también incluía el IRM. Durante cinco años, la expansión del IRC ha ido en aumento llegando a gestionar 935 certificados en 2005, cifra que situó a España como el 2º país del mundo detrás de Inglaterra en cuanto a certificados IRC. Pensando en conseguir un certificado de medición para regatas económico, sencillo y dirigido para flotas sociales, en 2002 se puso en marcha el Rating Club, que era totalmente compatible con el IRC. De este certificado se han llegado a hacer más de 900 certificados. Aurelio, que siempre ha procurado que la RANC se acerque a la Federación, no encontró en Arturo Delgado colaboración alguna, siendo imposible mejorar las relaciones entre ambas entidades. Fue con el actual presidente Gerardo Pombo con quien tuvo desde el principio una receptividad que le ha permitido planear y consolidar un conjunto de proyectos, como que a finales de 2005 la RANC recupera su condición de Secretaría de la Clase de Crucero Amateur. También en colaboración con la RFEV, la Casa Real otorgó a la RANC la gestión de la Copa del Rey de Barcos de Época que, en las tres primeras ediciones han organizado conjuntamente el R.C.N. de Barcelona y el C.M. de Mahón. Otro notable golpe de timón ha sido el acuerdo entre la RANC y la RFEV para desarrollar conjuntamente el nuevo rating RN, pensado para agrupar las flotas de IRC, Rating Club, IMS Club, IMS-C y IMS-D en un solo sistema. Cuando Aurelio me encargó el desarrollo de esta nueva fórmula me hizo mucha ilusión y pensé que sería un colofón muy satisfactorio a mi trayectoria en la RANC. Para ello conseguí la inestimable ayuda de Chimo Gonzalez-Devesa y de Fernando Roca, siendo su aportación vital para el RN. Desgraciadamente tuve que bregar con Quique Molinelli y Miguel Rosa que son los técnicos que la Federación designó para formar el equipo y que ha convertido un proyecto para mi ilusionante, en un verdadero suplicio. Esta relación ha sido difícil, poco sincera y siempre farragosa. Su máxima aportación ha sido el “ajuste” en 3 de los 12 factores correctores (manga, calado y edad) y la negativa sistemática a cualquier modificación para mejorar la fórmula. Eso sí, con un sinfín de matizaciones filosóficas, y complicaciones de procedimiento innecesarios que han retrasado varios meses el proyecto. Ha sido muy pesado.

Jesús Turró (2007 –  ¿?)

(José de Vallés – Barcelona)

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