
El «Principe de Asturias» el Titanic español… hundido en 1916 con 445 muertos
El «Principe de Asturias» el Titanic español… hundido en 1916 con 445 muertos
El Príncipe de Asturias fue un gran buque correo transatlántico de vapor considerado en su momento buque insignia de la marina mercante española, siendo propiedad de la compañía de navegación Naviera Pinillos, inmersa desde hace unos años en el Grupo Boluda… su último viaje desde Barcelona hasta Buenos Aires en la República Argentina. Corría el 5 de marzo de 1916, cuando se topó en las costas brasileriras como unos arrecifes muy adentrados en la mar… lo que le costó el hundimiento. De los 600 pasajeros, solamente se salvaron algo más de un veinte por ciento: 143.
Tras la Guerra de Cuba: Pinillos Izquierdo y Cía y la Compañía Trasatlántica, eran las dos naveras españolas… la primera privada y la segunda pública con mayor pronunciamiento y en constante competencia en el mercado de Antillas.
La lucha por el mercado sudamericano, hacen que Pinillos mejore su flota y que tenga su opción más espectacular en el «Infanta Isabel» que cuenta con una eslora de 150 metros, con capacidad para unos 1900 pasajeros con un desplazamiento de 16500 toneladas… su velocidad realmente importante para estas dimensiones: algo más de 18 nudos. El trasatlántico de la armadora privada, hace que solamente comenzar sus actividades el «Infanta Isabel» se comience la construcción de su gemelo: el «Príncipe de Asturias». La construcción de ambos se llevó a cabo en los británicos astilleros de Kingston por la Russell Company.
El mayestático trasatlántico contada con una capacidad de 150 pasajeros en primera clase que se situaban en la cubierta superior con toda clase de salones vip’s y servicios del máximo nivel. Las otras clases contaban con una capacidad de 240 en segunda y ya con menor calidad 1500 para los denominados «emigrantes».
El Príncipe de Asturias parte de los muelles de la Barceloneta el 17 de febrero de 1916, en el que seria su última singladura. Entre su carga 20 estatuas de bronce con un total de 16 toneladas de peso. Próximos a la escala en Santos, cuando se cumplen las cuatro de la madrugada del 5 de marzo, el personal del puente se queja de la falta de visibilidad y se manifiesta en el sentido de que no acababan de ver la luz del faro prevista si el «Príncipe de Asturias» estuviera en la posición que realmente creían sus navegantes…
Al tiempo se producen los relevos en el puente y en la sala de máquinas, entre los bocinazos de las sirenas de niebla del trasatlántico… la preocupación va en aumento pues siguen sin avistar la luz del faro y fruto de ello y con el temor de la cercanía de la costa, el capitán manda caer cinco grados a babor… pese a ellos la oscuridad es total… hasta que horrorizados el capitan y su segundo ven frente a ellos en proa la buscada luz, a escasamente una milla a una velocidad de 10 nudos.
La orden es drástica: atrás toda y todo a babor… era demasiado tarde… cuando pasaban quince minutos de aquella fatídica madrugada del 5 de marzo, el «Príncipe de Asturias» colisiona frente al arrecife de Punta Pirabura… el trasatlántico, con sus 16.500 toneladas de desplazamiento, saltó literalmente fuera del agua por la colisión… al volver a caer, toda la superficie de sus fondos roza contra la piedra y se abre el buque de proa a popa… segundos después de la colisión la proa queda sumergida, levantándose la popa y quedando las hélices, aún girando, fuera del agua… 445 personas dejaban su vida a 1,5 millas de la Punta doBoi.
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