El conformismo y la resignación no son actitudes frecuentes entre mis recursos sociales… el intentar por medios democráticos… por todos los medios legales al alcance… dar por concluída una actitud con la que ostensiblemente no estamos de acuerdo, es gran parte de las veces una obligación como ciudadanos de una sociedad moderna.

Pero otra cosa muy diferente es el acoso y derribo permanente, la crítica sin control y el ataque desmedido. Siento admiración por Arturo Delgado, le profeso un gran cariño y pena de aquella puñetera votación en la que empató en una elecciones a la Española de Vela, con otro gran amigo como lo es Gerardo Pombo, que en su repetición, perdió por un solo voto el profesor con el alumno… estaba previsto que estaría en el staff de Arturo, y hasta tenía señalado mi despacho futuro… llevé aquel día una de las mayores e inesperadas decepciones de mi vida profesional, pues me hacía muchísima ilusión trabajar codo a codo con él.

Digo ésto, para dejar claro mi afecto personal por Arturo y mi lealtad a su amistad… pero la campaña que ha iniciado desde el primer momento contra la actual presidenta de la Real Federación Española de Vela, es excesiva y desproporcionada. Los que me conocen saben que mis simpatías estaban al lado de Turró, al que conozco hace muchos años de la Real Asociación Nacional de Cruceros y más recientemente por haber organizado durante ocho años el Campionat Interclubs de Catalunya, primero con el patrocinio de un gran cliente mío como es Terras Gauda, y después de la mano de otra amistad entrañable, como la que mantengo con Javier Celma y su compañía de seguros Metromar, que recientemente ha vendido a la catalana FIATC.

A la presidenta no tengo el placer de conocerla, sí a Chimo González Devesa que es su mano derecha, del que públicamente me manifiesto como amigo desde hace muchos, muchos años. Por todo ello vuelvo a aportar pruebas de que no son ni tendencioso, ni caprichoso en mis apreciaciones.

Cuando comenzó la campaña electoral Turró-Casanueva, ya ví a Arturo un poco pasado de vueltas… con una presión totalmente fuera de lugar. Cuando por sorpresa la señora de Santander ganó en buena lid con una amplísima mayoría… lo primero que hice fue felicitar a Chimo y ponerme a su completa disposición… creo que esto es lo que se hace en democracia, y la señora Casanueva ganó limpia y democráticamente.

La reacción de Delgado hacia mí, lo que obviamente le perdono y perdonaría una y mil veces, fue de semi arrebato llamándome algo así como pelotas y cambia chaquetas.

Quizás la cántabra esté haciendo una labor discutida y discutible, quizás sea un error grave llevarse  la Española a una ciudad tan bella como mal comunicada como es Santander… pero no lo es menos este cansino ataque hacia la presidencia.

Los que queremos la vela y no jugamos a políticos, estamos en general hartos de que en vez todos juntos luchemos por nuestro deporte, perdamos el tiempo en batallas cadmeas. ¡Por favor hagamos el amor y no la guerra!