Es el mes de diciembre de 1979, la compañía pesquera de la que era entonces su gerente en Cádiz le alquila a la Pescanova de Don José Fernández López sus dos congeladores… son momentos duros… con aquel gobierno inestable de UCD presidido por el bueno de Adolfo Suárez… son tiempos en los que la derecha centrista se escora mucho hacia la izquierda para conservar el poder… son para la pesca tiempos convulsos con los apresamientos en aguas marroquíes, la expulsión de las aguas norteamericanas de Boston, el comienzo incierto de las pesquerías de las Malvinas o las sociedades mixtas…

En medio de toda esta penuria económica con una inflación que supera el ¡15% año tras año!, por decirlo llana y claramente me quedo sin trabajo. Un buen amigo miembro histórico del Partido Comunista es nombrado alcalde de San Fernando por el Partido Socialista de Andalucía, y me ofrece ser el Concejal de Limpieza de la populosa ciudad gaditana… al mismo tiempo un gran gallego al que no tenía el placer de conocer… Alfonso Paz Andrade me envía una carta y diciéndome que tengo trabajo en una pesquería en el extranjero de Pescanova… me habla de Mozambique, me habla de Irlanda…

Ya estamos en plena Navidad del lejano año 1979 cuando Don Alfonso da un giro de 180º… «te voy a proponer como gerente del Monte Real Club Internacional de Yates de Baiona, club del que soy su vicepresidente»… ¿sabes de qué hablo?… le contesto sin dudarlo «ni idea»… la vela es el único deporte o uno de los poquísimos que no he practicado… en una semana el gran Rafael Olmedo me da su confianza y su amistad… teniendo la osadía de nombrarme su comandante en jefe, cuando no tenía ni titulación para manejar un pequeño vaporcito pesquero…

Mis comienzos son durísimos: problemas con el personal muy acostumbrado a no tener un jefe en condiciones, problemas económicos con nulo movimiento de socios, no hay patrocinadores, tenemos deudas significativas que venían de aquella Regata Bermudas Bayona de 1972 y del Mundial de 420 de 1978…

En mi aparente soledad tengo desde el minuto el apoyo de otros de los grandes, como Jesús Valverde Viñas, José de la Gándara… la directiva me arropa y terminamos siendo en muy poco tiempo amigos, como si de toda la vida nos conociéramos… Ha pasado un año y ya mucha gente quiere ser socio del pujante club… el Monte Real vuelve a su prestigio de antaño y entre todos bajo la batuta de Rafael Olmedo logramos comenzar a ser el club de moda.

En Baiona nace la Regata Vuelta a España, en Baiona se cuece lo más significativo de lo que se puede cocer en aquellos años… después viene la Regata de las Autonomía, los Premios Nacionales de Vela, la Regata General Optica, el Open de España, la Semana de Baiona, el Trofeo Príncipe de Asturias…

Somos un extenso equipo de colaboradores a lo largo de varios los años en los que luchamos por ser el number one. Vienen años dorados de patrocinios, de grandes patrones como Campos, Gándara, Lastra… el Monte Real se ha convertido en el «jefe» como diría Fernando García Tobío… ¡conseguimos generar el primer Desafío en la historia de la vela española por la America´s cup!… organizamos varios mundiales de level class extraordinarios… por su parte Manuel Fernández & Charo Andrade, con el apoyo de Francisco Quiroga y Javier de la Gándara sitúan el «Pescanova» en la Vuelta al Mundo con una tripulación repleta de gallegos: el bronce es el premio…

En pleno éxito a comienzos de 1999 por motivos que no vienen al cuento de esta historia firmo por el club que desde que lo conocí llevo dentro de mi corazón: el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club.

El amor del Monte Real hacia mi, se torna en malestar y en tacharme a algo parecido a ser un «traidor»… c’est la vie… son años y años de alejamiento, en los que el que la nostalgia y la extrañeza por la situación me invaden… son años en los que pese a haber dejado media vida entre aquellas murallas milenarias, no soy tratado adecuadamente…

Pero el tiempo lo cura todo y este año he vuelto al Monte Real con normalidad tras una ausencia prolongada en el tiempo de ¡18 años!, para organizar los eventos que pusieron punto y final a la Semana Abanca 2017… Tenía cierta curiosidad por cómo sería recibido por el personal que todavía sigue trabajando allí, qué sentiría al ver de nuevo las instalaciones, cuales serían mis emociones…

Para mi sorpresa nada de estos temores o dudas ocurrieron, sencillamente porque mi Monte Real ya no existe. Mi Monte Real era un club fantástico con un presidente enorme, grandioso como Rafael Olmedo. Mi Monte Real era aquel de Papá Jesús, de José de la Gándara o de Solano. Mi Monte Real era el de Pérez, Mario, Lijó, Enrique, Mosquera, Florita, Almudena, Duarte, Liébanas, Angel, Florentino, Miguelito… y ya casi ninguno está. Mi Monte Real era el de Olmedo, Paz Andrade, Jacobo, Piñeiro, Estanis, Carlos Soto, Tobío, Mandado… y a casi ninguno pude ver. Mi Monte Real sigue siendo precioso, bien cuidado, con unos profesionales magníficos que tratan de hacerlo lo mejor posible y me profesaron un gran cariño… pero mi Monte Real pasó a otra dimensión hace muchos años… el recuerdo permanece imborrable en mi alma… pero es simplemente un recuerdo, eso sí precioso y consustancial con mi ser.